Hace muchos años en el siglo 7×3, en la ciudad 3×2, había una casita pentagonal al lado de una piscina dodecagonal y de un rio mixto donde vivía una niña llamada Caperucita Matemática. A esta niña le llamaban así porque tenía el don de que todo lo que sumaba en su mente se multiplicaba y se hacía realidad. Por ejemplo, si en su mente piensa en dos piedras, estas se multiplican y se hacen reales.
Pero un día, la madre de Caperucita le dijo a Caperucita que fuera a la casa de su abuelita y le llevara una cesta llena de: 3×2 botes de menta, 12/2 ciruelas… Cuando Caperucita Matemática emprendió su camino, se fue metiendo en un bosque decagonal, pero Caperucita Matemática sabía que tenía compañía, tenía a su amigo Múltiplo, quien era un caballo. Además, Caperucita Matemática estaba un poco preocupada porque había un lobo muy feroz. Este apareció e intentó comerse a Caperucita, pero ella corría y corría hasta que se le ocurrió multiplicar al caballo.
Cuando Caperucita Matemática lo multiplicó, los caballos espantaron al lobo y finalmente se pudo ir Caperucita feliz y contenta a merendar con su abuela.
Rodrigo.